Liquidación de gananciales

Hablemos de dinero

Si, de dinero, aunque resulte "políticamente incorrecto" porque antes o después tiene que llegar este momento

Antes de... casarse

Nos asombra comprobar como la mayoría de las parejas no habla de dinero antes de contraer matrimonio. Al menos en primeras nupcias (en segundas ya vamos con la lección aprendida).

Tendemos a pensar que denota falta de confianza en la relación hablar de cómo se van a organizar nuestras finanzas mientras dure el matrimonio y, sobre todo, en el supuesto de que se rompa.

No hay nada de malo en asesorarse y buscar la mejor opción para cada pareja, que nuevamente, es diferente según las circunstancias de cada uno. No es reprochable decidirse por una separación de bienes en lugar de unos gananciales, e incluso optar por un régimen de partición de bienes.


Después de... separarse

Este es el momento en el que nos arrepentimos de todo los que no hemos hablado antes de casarnos, cuando la relación era fluida y deseábamos alcanzar acuerdos que buscaban lo mejor para ambos. Porque cuando atravesamos un proceso de ruptura y la amalgama de sentimientos negativos nos invaden, nuestra predisposición a facilitar y a encontrar el punto de consenso suele ser escasa.


Por ello es imprescindible contar con la ayuda de un experto, que nos ayude a aclarar cómo ha de realizarse el reparto: que bienes son privativos, cuales son comunes, si existe un derecho de reembolso, cuáles son las cargas de la sociedad de gananciales...


¿Buscamos juntos vuestra mejor opción?